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La voz púrpura-Casandra


Maribel Lázaro – 1 de abril de 2025


(Un semicírculo escalonado roza el tope del andamiaje. El bailoteo de una hoguera se engarza al azul noche que se infiltra  por  ranuras de piedra acrisolada, fantasmagórica. El tiempo se muta  de a poco a  noche. Oímos la voz de Casandra retumbar en el teatro)

CASANDRA

Seguiré siendo testigo aunque nadie me pida mi testimonio.

MUJER TESTIGO

Y yo se lo pedí. La pasión se hizo presente y entré en desmayo. Cuando desperté del suelo, trepé a la mesa y comencé a escribir la siguiente NOTA:

Casandra, como todas/os las mujeres y hombres  de la época arcaica, se sentía unida a la familia, de forma profunda, su apego, y  amor. A su CLAN. A su TRIBU. LA EXCLUSION, pues, significaba la muerte.  Parece ser (dice el mito) que el dios Apolo, sentenció a mi Casandra: “Dirás verdad pero nadie te creerá. (así dice el mito) pero no la realidad exactamente. Por el espacio del que pueda disponer en este boletín, y bien consciente de mi tendencia a  ahondar y abundar en mis dramaturgias,  jugaré con el mito y la realidad de la que hablo cuando me sea conveniente. Doy comienzo al desarrollo de esta pieza.

            (Casandra ya se ha hecho presente entre que yo inconsciente estaba)

CASANDRA.

¡Maldito el dios despreciado al pie del lecho! Otra cosa peor, no se le ocurrió.

“Dirás verdad pero nadie te creerá” ¡Maldito él, maldita yo! Sacerdotisa…

MUJER TESTIGO.

La sentenciada era demasiado valiosa para ser abatida. Inteligentemente rechaza al idiota. Así pues, ¡Apolo duerme solo, apesadillado, iracundo, envuelto en un sopor violento propio de un egótico despreciado! De ahí su horrible sentencia . ¡¡¡“YO SI TE CREO, HERMANA!!!!  Aunque estés desterrada de los que más habían de haberte amado y sobre todo creído.  (pausa) Es esta una situación que no puede ofrecer una alternativa aceptable para la vida, pero tú  eres enorme. Fuerte. No desesperes más, aún.  (silencio) Y así pasó, salvo que yo me revele finalmente hasta el estrago. El personaje bien lo merece. El sufrimiento ha sido mucho para ella . Despreciada, finalmente botín de guerra , tras cerrar los ojos a todos sus muertos.  Abro el camino de la vidama mi Casandra. ¡VIVA, YA LIBRE DE LA MALDICION DE APOLO! o de su pasión. (silencio) ¡Que maravilloso tema se abrió ante mi! Casandra Polixena Mirina Pentesilea Hécabe Clitemnestra, Arisbe, Todas las mujeres del Monte Ida. LAS AMAZONAS ENTRANDO POR LA ESCEA, SOBERBIAS BELLAS, FUERTES, VALIENTES, acudiendo a la llamada Troyana para enfrentarse a las bestias griegas  de la guerra, Aquiles… ¡Oh, Aquiles bendita la flecha envenenada que destruyo tu tendón, pues enfrentarte, junto con cinco griegos a la bella Pentesilea, no tiene perdón y aun así, entornaste los ojos hondamente asombrados ante la muerte de la Reina Amazona, vencido por el amor.  (pausa) He de confesar que yo también me enamore. Una sobrecarga de amor que literalmente no soporté en algunos momentos vencida por el hambre, pues me olvidé de comer, de dormir y de mi misma, y cuando salía a la calle había de pararme y mirar no ser atropellada. (pausa)  Me había ido a tres mil y más años atrás.  Llegué a no reconocer el entorno de la ciudad ni a los que la habitaban. Y esto,  PORQUE YO SI TE CREÍ Y TE CREO, CASANDRA, YO SI TE CREÍ. Y ME FUI A BUSCARTE. Viví en el Monte Ida y estuve presente en vuestro dolor, mujeres guerreras, y en vuestra catarsis por Pentesilea. ¡¡¡INCREIBLE!!! (silencio) Pero el papel, no creo que me de para mucho más. Aún así, maqueten, por favor. Vuelvo a;  

CASANDRA.

Troya era tomada astuta e imperceptiblemente por los griegos, y aun sus gritos avisando, razonando, presos quedaron en el receptáculo en el que me encerró mi propio padre. Loca estuve, si. Pero no di mi brazo a torcer. No podía ver, saber, y no decir. ¿Comprendes? (pausa) ¡No metáis al caballo!

                   (LUZ SOBRE LA MUJER TESTIGO)

TESTIGO      

¡Casandra! ¡Casandra!

TROYANAS

¿Quién eres tu con tan extraño atuendo? ¿Cómo te haces llamar?

TESTIGO

Por mi primero y segundo y tercer apellido y resucitaciones pasadas, presentes y venideras, yo me llamo Fenixa.

TROYANAS

La invasión nos espanta tanto como la mentira tenemos el resultado.

TESTIGO

He perdido mi Troya y no es mentira.

TROYANAS

Sólo había una Troya, y esa no existe ya..

TESTIGO

Mi Troya era un sueño.

TROYANAS

Si eres tu el último verdugo de los griegos, acaba cuanto antes.

TESTIGO

¡Escuchadme Troyanas! ¡ Mujeres todas del semicírculo! Vuestros mensajes grabados en arcilla no se han perdido. ¡Colectivizad vuestros cuerpos, mujeres del futuro, y gozad de ellos amando, tomando, entregando ¡Que precioso placer! (pausa) Por vosotras conozco yo a la diosa de las serpientes. Amo a Cíbele. Amo a Gaia. Se de la codicia que usurpó a la Diosa su natural supremacía. ¡Adiós, amada cosmogonía! Mujeres paridoras de primogénitos. Mujeres cosa. Mujeres violentadas. (pausa) Sobradamente se: Toda mujer que persiguió sin tregua la lucha por su identidad, ha sido muerta de mil maneras. Amo a Cíbele, amo a Gaia. Amo a la Diosa de las serpientes porque amo lo natural. Así se del maltrato en sus movimientos últimos. (pausa) Más canto un canto de libre amor. Un libre canto. ¡Vamos a vivir, señoras!  La incordura es reina de mi siglo, y vamos a vivir. La involución de mi siglo emperatriz, y ¡Vamos a vivir!  Lloramos más de lo que quisiéramos los que llorar podemos todavía, y ¡Vamos a vivir! (pausa) Allí se sigue mutilando al mundo, y ¡Vamos a vivir! (pausa) A veces, cuando veo la cruenta, brindo por los mejores de la tierra. Lloro y canto y brindo. Canto y lloro. ¡Por vosotras, troyanas!

            (hondo silencio. Casandra en sombra de penumbra)

TESTIGO

Al fin te me perfilas. Eres real, que no soñada.

CASANDRA

¿Qué puede interesarte de Casandra? Este es mi fin.

TESTIGO

Cuando te conocí, amé tu nitidez.  Yo buscaré. Buscaré para dejar su huella aún más profunda, me dije, yo, cortaré las espadas del destino. Yo cambiaré esa historia. Fue la Pasión, Casandra . La Pasión. (pausa)  El viaje del tiempo estaba ya iniciado y me vine a tres mil y más años atrás de mis congéneres, alrededor de las murallas y el Palacio y el Puerto Natural. El Ida y el Escamandro entrado en tierra.. Y la llanura. Y las riberas, y la habitación de la hija favorita del rey Príamo, y las cuevas y los bosques. Cíbele; el ojo entrante de libertad. El submundo que vibraba entre mis fascinados ojos. Y te llamé en la noche de Micenas.

(Casandra túnica púrpura, sencilla, escote que deja ver el nacimiento del seno, pelo no más crecido que de sien y nuca, fuerte crin de caballo noche, pies desnudos, libres, ojos enormes azabaches. Músculo fuerte y frágil, se adelanta en luz)

CASANDRA

Soy la impotente. La inconveniente.

TESTIGO

En el vidente silencio fuiste ama y no esclava. ¡La estrategia, Casandra! ¡La estrategia!

CASANDRA

Interesada en asuntos de estado,  no pude callar.

TESTIGO

¿Nada se pudo hacer?

CASANDRA

Borrarme a mi misma. Cuando todo es estéril, a pesar de los signos que nos gritan. ¡Despertad! ¡Abrid los ojos! Yo, la inconveniente. Ellos, el celo de no dejarme existir. Pero sobreviví para ver lo que nunca debió ser visto por criatura humana. Y cuando más recuerdo, mi propia voz me excede y parece que agonizo.

TESTIGO

Voz púrpura no enmudezca. Yo no enjuicio a esa voz. La escucho.

CASANDRA

Si vieres que bramo bajo el hacha, tu misma dame muerte.

TESTIGO

Te salvarás. ¡Voy a salvarte!

CASANDRA

Habrá muerte.

TESTIGO

Habrá vida. Tu la amas.

CASANDRA

Porque la amo la haré más digna. Lo que supone morir ahora, pues no pido piedad.

TESTIGO

Hay que evitar la mordedura del hacha..

CASANDRA

Hay que llevarse a Casandra de esta tierra cruenta.

TESTIGO

¡Cómo hacer ante la única profecía que no debió pronunciarse? Alíviete yo, dando voz a la singular garganta, al alma de Casandra a ella en su totalidad tal cual ella deseé. Yo. Que siempre combatí a las divinidades sin cuartel mi lucha y sola, te llevo por justicia y gozo al maravilloso siglo que finaliza pleno de guerra, hipocresía,  hambre monstruosidad y locura. En poco hemos cambiado, mujer que con voz propia hablas. ¡Dame tu testimonio!