El enigma del manuscrito (2)

(viene del número 18)

El Refugio de las Letras era una librería anticuaria que había estado en funcionamiento desde el siglo XVIII. Su propietario, don Manuel, era un hombre mayor y amable, conocido por su vasto conocimiento sobre libros raros y antiguos.

Julia entró a la librería y fue recibida por el familiar aroma de papel envejecido y cuero. Don Manuel la saludó con una sonrisa cálida.

—Julia, qué sorpresa verte por aquí. ¿Qué te trae al Refugio?

Julia le mostró el manuscrito y le contó sobre su misteriosa procedencia y las coordenadas que la habían llevado hasta allí. Don Manuel frunció el ceño y examinó el manuscrito con cuidado.

—Este estilo… me resulta vagamente familiar. Pero no recuerdo haber visto algo así antes. Sin embargo, hay una sección en la librería que podría contener pistas. Ven conmigo.

Don Manuel la condujo a una sala en la parte trasera de la librería, llena de estanterías que llegaban hasta el techo. Sacó una llave antigua de su bolsillo y abrió una vitrina que contenía algunos de los libros más valiosos y raros de su colección.

—Estos son manuscritos y libros que datan del siglo XIX. Quizás encuentres algo aquí que te ayude.

Julia pasó horas revisando los antiguos tomos. Finalmente, encontró un pequeño diario encuadernado en cuero que parecía haber sido escrito por un amigo cercano de Álvaro. En él, se mencionaba una serie de cartas entre Álvaro y un misterioso benefactor que lo apoyaba económicamente y que parecía estar obsesionado con su obra.

Las cartas mencionaban un lugar específico: una casa en las afueras de Madrid donde Álvaro se reunía con su benefactor. Julia decidió visitar el lugar, con la esperanza de encontrar más respuestas. Al llegar, descubrió que la casa estaba abandonada y en ruinas. Sin embargo, al explorarla, encontró una habitación secreta detrás de una estantería.

En la habitación, había una caja fuerte antigua. Usando la información del diario, logró descifrar la combinación y abrirla. Dentro, encontró una serie de manuscritos y una carta que revelaba la verdad sobre Álvaro y su benefactor.

La carta explicaba que el benefactor no era otro que un inventor adelantado a su tiempo, quien había creado una primitiva máquina de inteligencia artificial. Esta máquina, utilizando algoritmos rudimentarios, había ayudado a Álvaro a escribir su obra maestra, incorporando detalles y conocimientos que parecían imposibles para un solo hombre.

Julia, asombrada por el descubrimiento, llevó los manuscritos y la carta de vuelta a su oficina. Decidió que esta increíble historia debía ser publicada, no solo como una novela, sino como una revelación histórica. Mientras preparaba el manuscrito para su publicación, recibió una llamada inesperada.

—Hola, Julia. Soy el amigo que te envió el manuscrito.

La voz en el otro extremo era profunda y desconocida.

—¿Quién eres? —preguntó Julia, con el corazón latiendo aceleradamente.

—Alguien que ha estado siguiendo tu carrera con gran interés. La historia de Álvaro y su benefactor es solo el comienzo. Hay mucho más que descubrir sobre las interacciones entre la literatura y la inteligencia artificial. Estoy seguro de que estás a la altura de la tarea.

Antes de que Julia pudiera responder, la línea se cortó. Se quedó allí, con el teléfono en la mano, sintiendo que acababa de ser arrastrada a un misterio aún mayor.

11 de septiembre
Presentación de Incondicionales
Bernardo Rivera / Tomás Naranjo-Cluet

13 de septiembre
Presentación de ¿Por qué no en Galicia?
Francisco Juna Miguel Vaca

17 de septiembre
Presentación de Una aventura de por vida
María Concepción G. Lorenzo

19 de septiembre
Presentación de Me alegro tanto de verte
Susana Sierra

20 de septiembre
Presentación de 69 tornillos y ciego ¿Ahora qué?
Rafael Olalla / Ana Belén Callado

21 de septiembre
Presentación de Sua. Una historia de brujas
Iker Polo

17 de septiembre
Presentación de Escombros. Más al este es el oeste
Elena Belmonte