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Misterios ocultos en grandes obras de arte


Miguel Vigil – 1 de agosto de 2023


Que las grandes obras encierran mensajes ocultos es algo que nadie duda, la prueba más fehaciente fue desvelada por el movimiento hippy en los años 60 del pasado siglo, cuando una comuna de Arkansas, establecida en Little Rock, ávida de cultura, asaltó la biblioteca municipal llevándose consigo toda la obra poética de Walt Whitman. Después de leer varias páginas de Hojas de hierba, animados por el título, decidieron fumarse el libro, y tuvieron revelaciones fantásticas y sonrisas eternas. Desde entonces, el célebre Canto a mí mismo publicado en 1855 se considera un elogio de la marihuana. Más de cien años tardó la humanidad en comprender el verdadero mensaje del poeta. Intentaremos desvelar algunos misterios en menos tiempo.

 Todos hemos oído alguna vez la leyenda sobre la canción Lucy in the sky of the diamonds, de the Beatles, de cuyo título podemos obtener el acrónimo LSD; y que, según sus proselitistas, es la prueba de que la canción encierra una alabanza a dicha droga.

Si nos ceñimos única y exclusivamente a la letra de esta canción, bien podríamos entender que se escribió bajo los efectos del LSD y de ahí su intrincado y enrevesado lenguaje. John Lennon (hay quien dice que no murió, sino que se transformó en Yoko Ono) y Paul McCartney (hay quien dice que se convirtió en Ángela Lansbury, que falleció en 2022, y entonces se reencarnó en Jessica Fletcher, y sigue rodando capítulos de la serie “Se ha escrito un crimen”), nunca han desvelado ningún detalle sobre el proceso de composición de este tema que, musicalmente hablando, todos consideramos una obra de arte. Ahora bien, si desgajamos el estribillo, observamos que la frase Lucy in the sky of the diamonds se repite, a lo largo de la canción, quince veces y siempre en triadas, es decir cinco triadas. Y ahí es donde creemos que está el verdadero misterio oculto, el mensaje encriptado que quisieron transmitir sus autores.

¿Qué secretos encierran los números 3, 5 y 15? Veamos:

Tres son las pirámides de Egipto, una pirámide está formada por triángulos, el triángulo tiene tres lados, tres eran tres las hijas de Elena, tres eran tres, y ninguna era buena. Y si Pitágoras llamó a su hija mayor: Hipotenusa, por algo sería. Teológicamente hablando, la iglesia católica cree en uno y trino; y Melchor, Gaspar y Baltasar, suman tres, sin contar los camellos. Por tanto, queda demostrado que, si a las tres en punto paras para comer, y luego te echas una siesta de tres horas, es que estás en algún país mediterráneo, ya que en los países nórdicos comen antes, y duermen menos. Y esos países mediterráneos solo pueden ser tres: Grecia, Italia y España.

Cinco son los dedos de la mano y cinco los dedos de los pies, así que, sumados los dedos de las cuatro extremidades, obtenemos el número veinte, que era la edad media de las jóvenes beatlemaniacas en 1967, cuando se popularizó la canción. Que el número 5 se repita en la canción infantil: Cinco lobitos tuvo la loba, cinco lobitos detrás de la escoba… es una simple anécdota, pero la prueba definitiva es que, a las 5 en punto, los ingleses toman el té. No puede ser una mera coincidencia.

Por último, el número 15 es el símbolo de la juventud, una persona que cumple 15 años ya no es un niño, es cierto que mentalmente puede seguir siendo un imbécil toda la vida, pero físicamente hay un cambio evidente, lo nota uno mismo y lo nota la gente de su alrededor. La canción del Dúo Dinámico: Quince años tiene mi amor… es una versión libre de Lucy in the sky of the diamonds, aunque la parte en que hablaba del LSD fue censurada por la dictadura.

Y por si fuera poco, la l es la duodécima letra del alfabeto y la novena consonante; la s es la vigésima letra del alfabeto y la decimosexta consonante; y la d es la cuarta letra del alfabeto y la tercera consonante, ¿Qué nos dicen esos números? Piense, hombre, piense, algo tienen que decir…  ¿Hacen falta más pruebas?